jueves, 31 de julio de 2008

Las Películas


Hola, he aquí, y sin más rodeos, hago un repaso de las películas vistas:

"Antes que el diablo sepa que has muerto" de Sidney Lumet, veterano director de Hollywood, generalmente dedicado a los thrillers desde los "12 hombres en pugna (o sin piedad)" que debatían la culpabilidad o inocencia de un acusado de asesinato, como jurado; pasando por los ya clásicos de los ‘70s “Sérpico” y “Tarde de perros” con Al Pacino, prosiguió su dispar carrera a los largo de estos últimos años bastante olvidado por crítica y público. Hasta esta película con la parece querer decir “aquí estoy, soy un artesano del cine, de los clásicos, de los que ya no quedan”. El film es formalmente perfecto, un mecanismo de relojería se dice, maneja el tiempo ajustando el suspenso al máximo, retrocediendo la acción horas, saltando al futuro con las acciones de un personaje, volviendo atrás con lo que hace otro, etc., diseccionando los movimientos y la psicología de los personajes estudiados cual cobayas de laboratorio. La imagen y los climas son atrapantes y atractivos. Hay un par de buenas escenas de sexo (atención a Marisa Tomei). Una película tremendamente atractiva, mezcla de drama policial y familiar de un nihilismo atroz. Los personajes son todos malos o tontos o cobardes o varias de estas cosas juntas, algo que la película se encarga de mostrar. Pero suena a demasiado: los hermanos planean robar la tienda de los padres, uno de ellos está divorciado, su ex es algo así como una bruja, éste mismo, el menor, se acuesta con la mujer del hermano sin ningún tipo de remordimientos, el hermano mayor se ha dedicado a robar dinero de la empresa donde trabaja como contable. En el robo la madre muere a manos del asaltante contratado por uno de ellos. Y así todo se va encadenado hacía el infierno como es de esperar. Uno se pregunta donde se posiciona el director, ya que tampoco el film tiene moralina digamos, aunque se encarga de mostrar mucha miseria humana, pero no se entiende que quiere decirnos. Y entonces finalmente todo parece una pose, un film calculadamente negro, negrísimo, para impactar y parecer que dice algo crudo y desolador sobre la naturaleza humana. Pero evidentemente ese no es el lugar de Lumet, quien innegablemente tiene un oficio sobrado para hacer películas. En el final hay un claro intento de emparentarse con Clint Eastwood con un plano similar al final de “Million dollar baby”, será que Lumet reclama la atención que siente merecer como veterano de la industria de Hollywwod y, ciertamente había caído en el olvido.

Margot y la boda” fue una agradable sorpresa, una de estas comedias tristes, de Noah baumbach sin la estética sofisticada de Wes Anderson; Baumbach filma más bien con un trazo desprolijo, brusco y desordenado. Las actuaciones y las acciones buscan más el naturalismo pero sin un sistema de estructura realista de relato, sino un caos más parecido a la vida misma, en esta comedia-drama familiar, de argumento clásico. Una hermana viaja para la boda de la otra, una vive en la ciudad y otra en el campo. Estallan las diferencias y el pasado. Donde acierta Bambauch es justamente en centrarse en el retrato de la hermana visitante (Nicole Kidman) un personaje difícil, neurótico, agresivo, cruel, manipulador, contradictorio, un personaje que suele mostrársenos deshumanizado y Baumbach se acerca a ella para entenderla desde un punto de vista emocional; en un film que por todo lo dicho no es especialmente fácil transitar.

A pedido de Julián “Viaje a Darjeeling” del mencionado Anderson, película que vi hace medio año y recuerdo que me pareció algo más de lo mismo que sus anteriores, cosa que le quitó la sorpresa ante la que el espectador se encuentra con sus películas. Con esa elaborada estética, y mezcla de comedia cínica y tierna a la vez, que en este viaje por la India le viene al pelo para escapar de cualquier estereotipo espiritualista, y mostrarlo como mercancía posmoderna. La película tiene un arranque y una primera mitad mucho más lograda y divertida con las relaciones de estos tres hermanos en busca de su identidad en la parte del delirante viaje en tren, que en la segunda mitad donde el film decae y no vuelve a levantar vuelo. También me sucedió algo que a veces me da a que pensar en algunos filmes, me pregunto de dónde sacan el dinero los personajes para tales gastos cuando no se nos cuenta como, ni termina de ser muy verosímil según lo que sabemos de ellos.

Fui a ver también “Al otro lado” una película olvidable que ganó el premio al guión en Cannes, cuando justamente éste es que el achata toda la película y le quita el alma que debería tener. Fatih Akin elabora uno de estos de cruce de personajes hasta el hartazgo y la inverosimilitud, en un simplista y fracasado discurso sobre el destino, al estilo Iñarritu/Arriaga (Babel, Amores perros) éste último nombrado en los agradecimientos del film. Lamentablemente Akin, realizador turco afincado en Alemania; desde “Contra la pared” parece estar interesado en hacer películas multiculturales sérias pensadas para ganar premios. Una pena, ya que sus primeros films menos ambiciosos ambientados en el microcosmos turco de Hamburgo eran verdaderos hallazgos, y sobre todo esa comedia romántica feliz, road movie entre Hamburgo y Estambul de un humor delirante, pasando por todo el Este europeo, de ritmo frenético, “Im Juli” sigue siendo para mí su gran película.

En un intento de búsqueda de diversión cinematográfica me metí a ver 2 pelis:
Kun Fu Panda” de la que se hablaba muy bien, pero no caí en la cuenta que por lo general las animaciones de la Dreamwork reciben buenas críticas y a mí no me gustan nada. Detesto ese humor al estilo “Shrek” que busca reírse de otros cuentos a puro metalenguaje y gags no muy lejanos a la saga “Scary movie”. Bueno, eso no pasa en “Kun Fu Panda” que tiene unos dibujos muy atractivos, sobre todo los personajes que parecen muñequitos de peluche. Pero nada nuevo en el relato, más bien una bien pensada suma y mezcla de partes ya conocidas que no me dejaron con la sonrisa que anhelaba tener al salir del cine. Ni los gags son tan divertidos ni mensajes interesantes. Y tampoco para el enfado. Me olvidé de la peli muy poquito después de que terminó.
Con la que si me divertí fue con “Hancock” que no me pareció más de lo mismo. Mezcla de comedia, acción, aprendizaje y superhéroes, la película funciona y tiene muy buenos gags de comedia clásica y de situaciones. La idea del superhéroe venido a menos, alcohólico, mal hablado y enfadado con la sociedad funciona en varios sentidos. Es difícil pensar la existencia de esta película sino hubieran existido antes algunas como “El protegido” o “Los increíbles” que fueron formando un novedoso imaginario de los superhéroes, personajes cada vez mas humanamente problematizados e insertos en la sociedad cumpliendo una función-trabajo.

No hay comentarios: